¿Qué espera el negocio de Recursos Humanos? y ¿qué espera Recursos Humanos del negocio?

Seguramente estas son dos de las cuestiones que más veces se han planteado los equipos profesionales de recursos humanos de muchas compañías. En sus respuestas encontraríamos multitud de tópicos y reflexiones que, más o menos ciertos, nos llevarían a la eterna conclusión de diferenciar un departamento de la compañía (RRHH) del resto de la empresa. Lo que acaba generando un límite hoy ya absurdo entre lo que es responsabilidad de unos o competencias de otros.

Continuar leyendo “¿Qué espera el negocio de Recursos Humanos? y ¿qué espera Recursos Humanos del negocio?”

Ser feliz es una decisión solo apta para valientes

En el artículo la autora afirma que “Nuestras decisiones y nuestros pensamientos tienen mucha más influencia sobre lo que nos pasa de lo que queremos admitir, es más fácil pasar la responsabilidad a otra persona o incluso al destino, que asumirla nosotros. Pero la realidad es que cada día elegimos focalizar nuestra atención en unas cosas e ignorar otras y todo lo que pensamos y decidimos determina nuestra vida.”

Es importante que en el ámbito laboral desarrollemos estrategias tendientes a colaborar en esta tan ansiada felicidad, a través de mejorar la calidad del clima laboral, flexibilizar prácticas que busquen favorecer un equilibrio entre la vida personal y el trabajo.

Por Sonia Rodríguez Muriel Continuar leyendo “Ser feliz es una decisión solo apta para valientes”

Los seis hábitos que te pueden convertir en un jefe extraordinario

Autor: Iván Gil

El liderazgo y la gestión de equipos son capacidades que no pueden aprenderse más que con el tiempo y a base de pruebas de ensayo y error.

Cada empresa, como cada grupo de trabajadores, tiene sus propias peculiaridades a las que cada jefe debe saber amoldar a sus necesidades para sacar el mejor partido en base a unos objetivos previamente definidos. Para lograr el éxito cada maestrillo tiene su librillo y lo guarda celosamente como su mayor tesoro. Descubrir las principales claves de estos secretos es a lo que se ha dedicado durante las dos últimas décadas el escritor y columnista Geoffrey James (premiado por la American Society of Business Publication Editors), que recientemente ha publicado Bussiness to Bussiness Selling. Estas son las seis reglas básicas más comunes para liderar un grupo y que el autor ha extraído después de entrevistarse y observar a numerosos ejecutivos de éxito: Continuar leyendo “Los seis hábitos que te pueden convertir en un jefe extraordinario”

El liderazgo que viene

El libro 'El líder frente al espejo' da claves acerca de cómo serán los consejeros delegados del futuro

Ramón Oliver – 30 OCT 2016 – 00:00 CEST    

¿Cómo será el líder del futuro? Es lo que se propuso averiguar Antonio Núñez Martín (Madrid, 1971), socio de la firma de cazatalentos Parangon Partners, cuando hace unos años mantuvo una serie de conversaciones con más de un centenar de presidentes y altos directivos de empresas nacionales e internacionales de primer nivel. Muchas de estas entrevistas fueron publicadas en el diario Cinco Días entre 2014 y 2016, y ahora ese material ha sido recopilado y analizado en profundidad por su autor en un libro, El líder frente al espejo. Claves para la alta dirección (El País Libros, 2016), que ve la luz estos días.

Los líderes del futuro necesitarán ilusionar, dar ejemplo y saber gestionar en los momentos de cambio.

El 87% de los ejecutivos que han participado en esta investigación señalaron la visión estratégica como una de las tres principales cualidad del consejero delegado del futuro. Un rasgo que ya mostraron en su día figuras como Steve Jobs o Bill Gates, pero que hoy cobra una nueva dimensión en un escenario esencialmente inestable y cambiante. “Definir la hoja de ruta de la organización es una cuestión que compete enteramente al líder”, subraya Núñez. Esta facultad de anticipar el futuro, señala este ex directivo de IESE Business School y actual presidente de antiguos alumnos de Harvard Kennedy School, implica detectar las nuevas oportunidades, valorar adecuadamente los riesgos y fijar estrategias para lograr los objetivos

Pero poseer visión estratégica también supone estar preparado para encajar los reveses. Los años de crisis han endurecido al líder. Y lo han vuelto más realista y prudente también. Helena Herero, presidenta de HP España, destaca en su entrevista la importancia de “tener capacidad de resiilencia, de crecerse ante la adversidad, de no tener miedo al fracaso y de saber levantarse si este llega”. Aunque siempre será mejor si no llega. Y para minimizar ese riesgo una buena planificación se convierte en el mejor aliado de todo primer ejecutivo. Proyectar los distintos escenarios posibles y definir los pasos a seguir en cada uno de ellos son, para Antonio Núñez, el mejor antídoto contra los eventuales contratiempos.

La capacidad para motivar e ilusionar a sus equipos es, con un 53%, el segundo factor de éxito que más consenso ha logrado concitar entre los directivos. José Folgado, presidente de Red Eléctrica, destaca en uno de los pasajes del libro la habilidad para movilizar voluntades en el equipo colaborador como un elemento diferencial. “Se trata de lograr que las personas que dirigimos aporten conocimientos, ideas y compromiso personal, y que lo hagan voluntariamente por la influencia del líder”.

La orientación a resultados, escogida por un 37% de los encuestados, completa este podio. Y es que las cifras siguen mandando en el desempeño directivo. Aunque no a cualquier precio. La ética y la integridad emergen como valores esenciales en la organización post-crisis. El socio de Parangon Partners habla de “volver a los principios básicos” y sostiene que sin ejemplaridad no puede existir liderazgo. “El presidente o el director general de una compañía tienen que ser garantes no sólo de la estrategia o la misión, sino también de los valores corporativos de la empresa”.

Mayor eficiencia

Muy entroncada con los resultados está la eficiencia, otro de los imperativos del nuevo dirigente empresarial. Significa conseguir los objetivos a través de una optimización de los recursos disponibles. En el caso de los altos directivos, el tiempo es, probablemente, su bien más escaso, y emplearlo de la mejor manera posible constituye un desafío diario. “Yo priorizo escuchar a las personas, ya sean colaboradores, colegas o clientes, para formarme un criterio que me permita tomar la mejor de las decisiones”, explica otro de los entrevistados, Enrique Álvarez, director general de Medical Devices de Johnson & Johnson.

Precisamente esa curiosidad, que lleva al primer ejecutivo a tener en cuenta otros puntos de vista, contemplar nuevos enfoques e interesarse por sectores y modelos de negocio ajenos al suyo, es tal vez el rasgo más novedoso de este líder que llega. El testimonio de Carlos Barroso, director general de Herbalife España, apunta en esa dirección. “Tienes que estar atento a los últimos avances que se producen en tu sector, e incluso en otras áreas de las que puedas aprender y que te pueden servir de ejemplo a la hora de abordar los nuevos retos que se presenten en tu día a día”.

¿Cómo compatibilizar esa inquietud por lo que sucede alrededor con la atención a la permanente exigencia de resultados? Antonio Núñez cree que ahí radica el verdadero reto del consejero delegado por venir. “Se impone un tipo de directivo ecléctico que ya no funciona a partir de una única variable, sino que es capaz de conjugar factores en apariencia incompatibles como son la estratégica del largo plazo con las metas del corto; la visión abierta de amplio alcance con el foco en el aquí y el ahora”.

Decálogo del consejero perfecto

1. Capacidad para ilusionar. Un buen líder sabe crear equipos, practica la empatía, el carisma, la colaboración y la motivación.

2. Dar ejemplo. Acepta la crítica constructiva; no impone, persuade; es transparente, tiene espíritu de servicio y humildad.

3. Visión estratégica. Diseña la "hoja de ruta", prevé las consecuencias en el futuro, realiza una planificación correcta y minimiza los riesgos.

4. Navegar en la adversidad. Tiene seguridad en sí mismo, gestiona la presión, equilibra resultados y personas, y supera el fracaso.

5. Gestionar el cambio. Tiene una actitud proactiva y la capacidad de adaptarse a nuevos entornos.

6. Orientación a resultados. Sabe organizar su tiempo, gestionar reuniones y conciliar la vida laboral y personal.

7. Curiosidad apasionada. Se interesa por conocer otros procesos y culturas, y por adaptarse a la tecnología de la "Cuarta Revolución Industrial".

8. Focalizar. Clarifica el mensaje, sabe gestionar a través de mapas mentales y contribuye al debate.

9. Innovar. Sabe transformarse y adoptar nuevas competencias en la Era Digital.

10. Comunicar. Comprende los nuevos canales de comunicación y la comunicación estratégica.

Fuente:  http://economia.elpais.com/economia/2016/10/27/actualidad/1477582493_985703.html

De mayor quiero ser bambú

Hace tiempo decidí que en el futuro quería ser feliz.

Recientemente me he dado cuenta de que también quiero parecerme a un pato.

Ahora acabo de descubrir que de mayor quiero ser bambú.

Si hay dos características que definen a esta planta son la flexibilidad que le permite doblarse frente a cualquier inclemencia climatológica sin romperse y recuperar rápidamente su forma; y la resistencia, gracias a su extraordinario proceso de crecimiento. El bambú tiene unas propiedades físicas y mecánicas similares a las del hierro.  

Una semilla de bambú necesita mucho tiempo para germinar, los brotes tardan siete años en atravesar la tierra pero cuando emergen se desarrollan a una enorme velocidad.  

En un período de un mes la planta crece más de 30 metros y aunque se corte varias veces, continúa creciendo. Su producción es permanente porque no necesita replantarse después del corte.  

Durante los años de aparente inactividad el bambú genera un complejo sistema de raíces que le permitirán sostener su posterior crecimiento, importante, teniendo en cuenta que pueden vivir centenares de años.  

Los años de crecimiento bajo tierra son la clave de su fortaleza, su vida reside en su raíz, por ello aunque corten el tallo, la planta seguirá creciendo ajena a cualquier elemento que atente contra su supervivencia.   

No soy experta en coaching ni en resiliencia pero si algo tengo claro es que en el mundo de la empresa, al igual que en la naturaleza, nada es permanente y todo está abocado a la evolución y transformación.  

El modelo actual de trabajo nos exige ser flexibles como el bambú, recuperar deprisa la forma después del temporal y resistir cualquier amenaza externa que pueda llegar de improviso.  

Como enseña el taoísmo, la flexibilidad es la gran firmeza y se ha convertido en una de las principales competencias para que una persona pueda triunfar en su vida laboral y personal.
                                                             
“El hombre al nacer es blando y flexible, y al morir queda duro y rígido.
                                                 
                                                                   
Las plantas al nacer son tiernas y flexibles  y al morir quedan duras y secas.
                                                                         
                                                                                         
Lo duro y lo rígido  son propiedades de la muerte.
                                                                                                                                                                                                                     
Lo blando y flexible son propiedades de la vida.
                             
                                                 
La fortaleza de las armas es la causa de su derrota y el árbol robusto es derribado por las hachas.
                                                                                                                                                                   
Ser dócil y ceder es la disciplina de la vida.
                                                                             
                                                                                             
Un ejército sin flexibilidad nunca gana la batalla.
                                                                             
                                                                                             
Un árbol que no se inclina se quiebra fácilmente.
                                                                                                                                                                                                                                        
Lo rígido y poderoso caerá;
  lo humilde y flexible se levantará.”                                      
                                                                                                                                                                                   
Tao Te King, Lao-Tsé
   
                  
Quiero ser una profesional de bambú que necesita muchos años de crecimiento invisible pero que serán el corazón de mi fortaleza, porque he comprendido que el esfuerzo, la perseverancia y el trabajo que no perciben los demás es lo que permite crecer alto y ajeno a cualquier temporal que pueda avecinarse. Ni siquiera importará que alguna empresa o directivo tóxico te corten varias veces, seguirás creciendo a pesar de todo, tus cimientos te habrán preparado para ello.    

Siete años pueden parecer una eternidad pero es el período necesario para generar una raíz capaz de sostener una persona de bambú cuya fuerza resida en su flexibilidad.    

Hay unas hojas que protegen al tallo tierno de la planta de bambú en su desarrollo inicial y en algunos casos permanecen siempre en su base.  

Poco a poco voy identificando qué y quiénes constituyen esas hojas que me protegen desde que empecé a gestarme como profesional y espero que también se queden para siempre en mi vida.

Sonia Rodriguez Muriel

Fuente: http://soniarmuriel.blogspot.com.ar/2014/03/de-mayor-quiero-ser-bambu.html
 

5 habilidades para asumir un ascenso en el trabajo

Todo profesionista busca subir de puesto en su empleo, pero no todos tienen las herramientas para enfrentarlo. Prepárate con inteligencia emocional.

Tatiana Gutiérrez

Hablar de un ascenso laboral no sólo implica mejor puesto de trabajo, mayor número de obligaciones o un aumento salarial; enfrentarte a esta gran responsabilidad también necesita preparación y dedicación ante las adversidades que están por llegar.

Muchas de las preguntas que llegan a la cabeza después de decir  “sí, acepto” son: ¿Podré enfrentar el nuevo empleo? ¿En verdad tengo las capacidades para este trabajo? ¿Seré un gran líder? ¿Cómo debo relacionarme con mis colaboradores ahora que soy su jefe? De acuerdo con Katia Villafuerte, profesora de la Licenciatura en Administración y Negocios del Tecnológico de Monterrey,  para todas estas preguntas se necesita sólo una respuesta: “inteligencia emocional”.

“Aceptar un mejor puesto es convertirse en un líder para cada uno de nuestros colaboradores, pero para enfrentar esto, se necesita ser una persona emocionalmente inteligente, una persona que sepa desarrollarse y desarrollar, debemos entender a nuestra gente para que ellos comprendan las necesidades de la organización (…) para algunos expertos, a esto se le llama ‘terminar con la era del líder’”, comenta la experta.

Pero… ¿cómo llegamos a este estado emocional? Según la especialista del Tecnológico de Monterrey, encontrar un balance y reciprocidad cuando inicias un ascenso sólo se logra a través de las cinco dimensiones de la inteligencia emocional.

Inteligencia emocional para enfrentar un ascenso

1. Empatía
Llegar a un mejor puesto de trabajo no significa que lo sabes todo, si bien es cierto que uno de los porqués de tu ascenso fue tu conocimiento, también es cierto que la mejor característica que pudieron encontrar en ti es tu habilidad para ser un gran guía.

“Es momento de ser una persona mucho más política, debes aprender a mejorar las relaciones interpersonales con un nivel de inteligencia emocional muy alto, debes aprender a influir en tu equipo de trabajo, tu nuevo rol es la empatía”, dice la experta.

Ser empático significa reconocer tus emociones, saber de dónde vienen, con qué fortalezas y debilidades cuentan y qué tanto puedes impactar a los demás, de esta forma, sabrás con cuánto debes contar y qué es lo que necesitas exigir de tu gente, sabiendo sus capacidades y limitaciones. Necesitas comprender a los otros.

2. Habilidades Sociales
Es cierto, ahora eres el nuevo jefe y debes disfrutar tu nuevo puesto. Lo primero que necesitas hacer es reconocer tu gran esfuerzo y recompensarlo de alguna manera. Sin embargo, también necesitas tener bien puestos los pies en la tierra y cuidar el no caer en la soberbia, pues en lugar de ayudar, perjudicaría todo.

Un líder no es aquél que sabe más, sino aquél que sabe sacar lo mejor de los demás.

En este caso lo que necesitas es humildad. Es importante que comprendas que el mayor reto es poder coordinar a tu gente, guiarla hasta donde quieres que lleguen y encontrar la manera de que tus intereses sean los de ellos; para esto necesitas de sus conocimientos y ellos del tuyo.. ¿Cómo?

Villafuerte asegura que es momento de integrarte a través de las habilidades del otro, recuerda que no eres un sabelotodo y que debes comenzar a confiar en los demás. Un buen consejo es sentarte con cada colaborador y ver sus mejores capacidades, analizarlas y delegar lo que sea necesario, asegúrate que comprendan que es necesario crear confianza.

3. Auto-regularse
Es momento de tomar decisiones, y con ello, de saber enfrentar los resultados y las consecuencias. La mejor manera de enfrentar es con paciencia y dedicación, pues el tener un mejor puesto no significa que no puedas cometer errores, significa que tienes la capacidad de mejorar la situación y encontrar nuevas soluciones, ¡No te desesperes!

4. Auto-consciencia
Evita tomar decisiones de manera impulsiva, antes de hablar verifica cuáles serían las consecuencias de tus acciones y si éstas son las más convenientes, tienes que ser capaz de adaptarte, y para ello, necesitas ser sincero y preguntarte lo siguiente:
• ¿Qué sí puedo hacer?
• ¿En qué necesito ayuda?
• ¿A quién debo recurrir?
• ¿Cómo debo pedirla?
• Y… ¿Cómo debo reconocerla?

Una vez planteado este panorama podrás saber hacia qué rumbo ir y cómo hacerlo, serás capaz de tomar riesgos y saber hasta dónde, tu equipo y tú, pueden llegar a solucionarlo.

5. Motivación
Debes emplearla de manera personal y con tu gente. Uno de los grandes compromisos del nuevo líder es saber cuánto reconocer y cuándo es momento de una charla proactiva.

El reconocer a tu personal es fundamental para crear vínculos e impulsar al desarrollo de cada colaborador. Asegúrate de hacerlo cada que sea necesario.

Un salario moral, muchas veces es mejor que el económico.

Cuando hablamos de correcciones o replanteamientos, es recomendable ser firme en cada decisión que tomes, pues recuerda que ellos deben verte como una figura de autoridad, así que analiza muy bien la situación antes de dar correctivos. También es recomendable hacerlo de manera personal y en privado, si la situación lo amerita.

¿Cómo has enfrentado un ascenso? ¿De qué manera te servirían estos consejos?

Fuente: http://www.altonivel.com.mx/41330-maneja-tu-ascenso-con-inteligencia-emocional.html